Los antiguos Romanos fueron los primeros en endulzar un
pan con levadura con
miel. Se testimonia su presencia en una pintura del
siglo XVI de Brueghel el Viejo y en un libro de recetas de
Bartolomeo Scappi, cocinero personal de
Papas y Emperadores en los tiempos de
Carlos V.
Hay muchas leyendas sobre el origen del Panetón. Según la primera de éstas, la historia de este postre nació hace más de cinco siglos, alrededor de
1490, cuando un joven aristócrata, Ughetto Atellani de Futi, se enamoró de la hija de un pastelero de
Milán. Para demostrarle su amor se hizo pasar por
aprendiz de pastelero e inventó un
pan azucarado con forma de cúpula a base de frutas confitadas y aroma de
limón y
naranja. Los milaneses empezaron a acudir en masa a la pastelería a pedir el pan de Toni, así se llamaba el ayudante, y de ahí viene el nombre de panettone.
Según otra leyenda, probablemente más conocida, el Panetón nació en la corte de
Ludovico Il Moro, señor de
Milán desde 1494 a 1500, en la noche buena. Nárrase que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa. El postre iba a ser la natural conclusión de tan lujoso banquete, sin embargo, al momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado. Hubo un momento de terror en la cocina de Ludovico, afortunadamente un lavaplatos llamado Toni había pensado utilizar las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa. Dada la situación, el joven Toni propuso al cocinero servir su pan como postre. Era un pan dulce muy bien levitado, lleno de fruta confitada y mantequilla que fue llevado inmediatamente al Duque. El inconsueto postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado y cuál fuera su nombre. El cocinero presentó al Duque el joven Toni quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo "Pan de Toni" nombre que en los siglos se ha convertido en "Panettone".
El primer registro del panetón como dulce navideño tradicional milanés es un artículo del escritor iluminista
Pietro Verri en el
siglo XVIII, que lo llama pane di tono (pan grande).
Su industrialización hizo que su consumo se hiciera tradicional en Italia, luego a nivel mundial, durante la
Navidad. En los
años 1950 dos empresarios milaneses Angelo Motta y Gino Alemagna, lanzaron en toda
Italia y en todo el mundo el panettone, dulce típico de Navidad.
De aquel primer
pan se han derivado numerosas variaciones y se puede encontrar con uvas, pasas, piñones,
almendras y frutas confitadas. En
Milán terminó por convertirse en un postre tradicional navideño, sobre todo, desde que los empresarios empezaron a regalarlo a sus clientes como obsequio. En
Italia se sirve acompañado de
mascarpone, una especie de crema batida.